Micaela

En el año 2010, participó de un intercambio de estudiantes
en la ciudad de Colima, México durante el primer cuatrimestre. La red utilizada
para el intercambio fue JIMA, Jóvenes de Intercambio México Argentina. En la
Universidad de Colima, en la Facultad de Educación Especial, cursó tres
materias: “Técnicas Educativas en Escritura y Cálculo”, un optativo de “Sexualidad
y Discapacidad” y una práctica docente.
Los gastos de su estadía en aquella ciudad fueron afrontados
por la universidad anfitriona. Ésta le entregaba un cheque mensual por un monto
que le permitía afrontar gastos del alquiler de la pensión donde vivía (junto
con otros estudiantes de intercambio) y la comida.
Brizalia
El acuerdo fue que
la universidad de origen, es decir la UNSL, se hacia cargo de los gastos de traslado
y la universidad anfitriona de los de estadía y comida. Después de unos
trámites burocráticos, ya en suelo
mexicano, todo comenzó a ir muy bien. Aunque al principio fue preocupante estar
tan lejos y con problemas económicos.
La cursada en la
universidad mexicana me exigía estar la semana completa en la ciudad, pero los
fines de semana salía a conocer los alrededores de la ciudad de Mérida, capital
del Estado de Yucatán.
Los buenos vientos
me cruzaron con mucha gente buena con la que conviví y disfrute del
intercambio, personas de lugares muy distintos, con diferentes gustos
musicales, culinarios políticos y religiosos.
Vivir con gente tan
distinta dentro de una casa ya es una experiencia, además de cursar en una
universidad muy distinta. Sin ánimo de mal hablar, la universidad me pareció
muy parecida a la secundaria de aquí. Paradójicamente lo mejor de mi
intercambio estuvo fuera de la universidad, pero fue ella la que me abrió la
posibilidad.
Es la primera vez
que escribo para compartir con otros, en este caso, mi experiencia de
intercambio. Me imagino que todos los que hemos estado de intercambio seguimos
recordando y reviviendo de vez en cuando un sabor, una mirada, una sonrisa.
Personalmente
siento que aún no estoy con los dos pies sobre la tierra. Estar lejos te
permite, de alguna manera, verte desde otro lugar y “estar volando” o “en las
nubes” es una buena manera para expresar esa sensación.
Al llegar a México
todo me sorprendía, el primer gran impacto fue el clima. Yucatán tiene un clima
tropical, las temperaturas son muy altas y hay mucha humedad, además de
mosquitos.
Con el correr de
los días me fui acostumbrando, poco a poco fui animándome a probar la exquisita
gastronomía yucateca, además de comenzar a reemplazar palabras y modismos. A
pesar de hablar el mismo idioma hay muchas palabras que tienen un significado
totalmente distinto.
Al comenzar el mes
de octubre ya comienzan los preparativos para esta festividad; se ven adornos
relacionados con la muerte, calados en papel china en forma de calaveras y
esqueletos adornaban casas y diferentes comercios.
En las calles y
mercados se vendían como pan caliente golosinas de azúcar y chocolate en forma
de calaveras y esqueletos, con ataúd y todo. También habían carteles que
decían: “Feliz Día de Muertos”.
Yo había escuchado
que México era uno de los países más católicos del mundo pero no imagine que
era para tanto, además me costaba entender cómo se podía vivenciar como feliz
el día de muertos. Con la ayuda de mi profesor de Epistemología, el Profesor
España, realice un estudio etnográfico sobre la festividad Mexicana del Día de
Muertos, que me permitió comprender el sentido de dicha festividad.
En México la muerte
se festeja, no la muerte en sí, es decir, no el acto de morir, sino que la
concepción de muerte es muy distinta a la que tenemos en el Sur. Aquí “muerte es la palabra que nunca se dice,
porque quema los labios” al decir de Octavio Paz.
La Muerte, en la
cultura popular mexicana, es concebida como el comienzo de otra vida. La muerte
es parte de la vida. La vida y la muerte son parte de un círculo entre los que
estuvieron, los que estamos y los que vendrán. Esta creencia me pareció
magnifica.
Lo fundamental del
ritual es la creencia que durante los mencionados días, las almas o ánimas
bajan del cielo a la tierra. Es por ello que se realizan altares con ofrendas
de comidas.
El Día de Muertos
es una festividad en conmemoración a todos los muertos, que se festeja los días
31 de octubre, 1 y 2 de noviembre. En dicha festividad se entremezclan ritos
católicos con ritos indígenas. Si bien no hay consenso, en la literatura sobre
el tema, sobre los elementos indígenas
en el ritual del Día de Muertos de los que fueron introducidos por la
Conquista, si hay consenso en que dicha festividad se ha convertido en símbolo
de identidad del México mestizo.
Esta experiencia me
permitió, entre otras cosas, aprender que mas enriquecedor tratar de comprender
antes que criticar."
(Fotos cedidas por Brizalia)
Sergio Gómez es un estudiante puntano de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de San Luis que viajó de intercambio a través de un convenio entre la Universidad de San Luis y la Universidad Tecnológica de Colombia durante el segundo semestre del año 2008. Cursó materias en la Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Pedagógica de Bogotá.
La universidad anfitriona le proveyó comida en el comedor universitario y una suma de dinero para poder pagar el alquiler en la casa de familia donde se alojó.
(Fotos cedidas por Brizalia)
Sergio

La universidad anfitriona le proveyó comida en el comedor universitario y una suma de dinero para poder pagar el alquiler en la casa de familia donde se alojó.
Así nos cuenta Sergio su experiencia
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